Laudato Si, un llamado a la ecología integral y el cambio de conductas

Laudato Si, nos dice el doctor Juan Carlos Sánchez en nuestro más reciente programa Contacto Tierra, es una Encíclica del actual Papa Francisco, publicada en junio de 2015, que aborda la situación de crisis en que la humanidad ha colocado a la biosfera y como debe ser abordada esta crisis. «Valga decir que fue una Encíclica muy esperada y que estuvo muy a la altura de las expectativas creadas», afirma el co-ganador del Premio Nobel de la Paz 2007.
Es un documento para la reflexión, que aborda con mucha claridad las razones que han conducido a este estado de crisis y señala las acciones que deben ser acometidas al respecto. A juicio del Dr. Sánchez, Laudato Si aporta dos elementos novedosos: por una parte, el rompimiento con la interpretación que hasta entonces se tenía en la religión católica acerca de la relación de la humanidad con la naturaleza, y por otra, la apertura de un nuevo horizonte al plantear la idea de la ecología integral, que abarca las relaciones entre los seres humanos, entre los seres humanos y la naturaleza, y la relación con todos los seres vivos.
En esta emisión de nuestro programa educativo ambiental Contacto Tierra, el Dr. Sánchez cita un famoso trabajo publicado en la revista Science, en 1967, por el profesor de historia medieval de la Universidad de Princeton, Lynn White, denominado “Las raíces históricas de nuestra crisis ecológica”, en el que afirma que la raíz de la crisis ecológica actual se encuentra en el cristianismo medieval.
Por otro lado, la psicóloga ambiental, doctora Lisbeth Bethelmy, aprovecha este programa para resaltar los aspectos espirituales de la Encíclica Laudato Si, que coinciden con elementos de la psicología humana en la cercanía con la naturaleza, en la formación de la identidad con la naturaleza. Ella asegura que «hay un aspecto que denota esta formación de la identidad, de nuestra identidad como personas, y es la unicidad con la naturaleza, sentir la total conexión con la misma. Y de hecho, es una visión de cómo nos definimos a nosotros mismos».
Según la Dra. Bethelmy, el contacto con la naturaleza es uno de los principales activadores de la experiencia mística y espiritual de las personas, ya estudiadas por William James, con la experiencia trascendente, y Abraham Maslow, con la experiencia cumbre en total unión con la naturaleza. También cuentan las contribuciones de Csikszentmihalyi y las experiencias del fluir.
Ya en Venezuela ella ha tenido unas primeras aproximaciones de medir las emociones relacionadas con la espiritualidad en la naturaleza, entre éstas, las emociones sublimes, que nos hacen personas con más amor, más respeto y solidaridad hacia nosotros mismos, los demás y nuestro entorno. Los resultados de la investigación indican que el «permitir que las personas tengan estas experiencias en contacto con la naturaleza resulta más potente para el cambio de conductas que otras estrategias, como leer un libro o recibir un curso de educación ambiental, inclusive», asegura la psicóloga.
«La experiencia de la naturaleza -nos comenta Lisbeth Bethelmy- y la experiencia de emociones sublimes, trascendentes y espirituales deben formar parte de la cotidianidad de las personas. Debemos abrir espacios en la sociedad de manera deliberada para facilitarlo. La Carta de la Tierra es un ejemplo de una iniciativa colectiva creada por la gente y para la gente. Es un documento y un movimiento a nivel mundial que difunde muy bien los principios espirituales, éticos y de amor hacia la naturaleza».
Los invitamos a escuchar el programa 28 de Contacto Tierra para seguir profundizando en este tema.