La Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos se está realizando esta semana en Niza, Francia. Se trata de una conferencia internacional en la que se abordan los problemas que están enfrentando los océanos porque, más allá del límite de 200 millas náuticas desde la costa, el océano no pertenece a ningún país. Solo lo que se ubica dentro de las 200 millas náuticas de las costas está regulado por los Estados ribereños.
Es por esta razón que la preservación de los recursos naturales más allá de 200 millas náuticas y el fomento de ciertos tipos de comportamiento, como prohibir la pesca ballenas o la minería de minerales metálicos, requiere del establecimiento de acuerdos internacionales.
Una de las presiones más destructivas que se ejerce sobre el océano es la sobrepesca. El océano es una fuente importante de proteína animal para gran parte de la humanidad. Las poblaciones de peces se encuentran sobreexplotadas. Se extraen cantidades tan grandes de peces, que no se les da tiempo para garantizar su reproducción.
Recordemos también que otro problema ambiental relevante es la contaminación. Gran parte de la contaminación terrestre termina en el océano, esto incluye el arrastre de fertilizantes y plásticos, pero también muchos contaminantes químicos. Estos contaminantes son transportados por los ríos o por el agua de lluvia y así llegan al agua del mar.
Además, el océano está sometido al calentamiento global, o más precisamente, a las emisiones de CO2, que ocasionan dos impactos: parte del CO2 atmosférico es absorbido por el océano, convirtiéndose así en un sumidero de carbono. Pero esto tiene una consecuencia: acidifica el océano, lo cual supone un problema para todos los microorganismos que necesitan fabricar pequeñas conchas calizas como los bivalvos. El otro impacto es el calentamiento del agua del océano. Están ocurriendo olas de calor marinas en diversas localizaciones del planeta, y ello es perjudicial para las especies marinas de la zona. Por ejemplo, cuando el agua se calienta demasiado, los corales pueden blanquearse y luego morir.
Ante este último problema solamente existe una solución: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. No es posible adaptar el océano a un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los problemas que enfrenta el océano son problemas. No podemos imaginar la implementación medidas específicas locales para el océano, como lo hacemos, por ejemplo, en la agricultura. Es por eso que se requiere de la adopción de medidas y planes concretos concertados por los países. Esperemos que esta Conferencia de Naciones Unidas pueda lograr que se adopten tales planes y medidas.